El dia 12 de noviembre hizo 10 años que me case con el hombre más maravilloso del mundo. Ya se que este año nuestro verano ha sido espectacular, Paris, Disney, Andorra, Logroño...
Pero la ocasión merecía una escapadita los dos solos y ya que hubo un alma caritativa que se quedo con Laura (gracias Marisa) pudimos lograrlo.
El sábado empezó en Boltaña, un pueblo del Pirineo en el que estuvimos en nuestras primeras vacaciones de novios. Una comida casera en un restaurante muy sencillito pero muy acogedor y después al Monasterio de Boltaña. ¡Que maravilla de sitio! Es un hotel de cinco estrellas hecho en un monasterio restaurado que es una delicia.
Creo que las imagenes hablan por si solas. Primero una tarde relajante en el spa y después una romántica cena en el restaurante que era una maravilla.
Por la tarde, antes de la cena, nos dimos un paseo por Ainsa. Es uno de los pueblos más bonitos que he visto, sobre todo el casco historico. El problema es que era de noche y solo hice tres fotos pésimas.
El domingo por la mañana pensamos en subir al Parque Nacional de Ordesa y cual fue nuestra sorpresa que después de sortear un montón de vacas llegamos a la pradera y estaba todo nevado.